21/02/2017
Los bancos pretenden cobrar a los clientes por los depósitos en efectivo, incrementando así el costo transaccional bancario, al que ya debe considerarse el Impuesto a los Créditos y Débitos.
Desde hace unos días, las empresas están recibiendo notificaciones por parte de los bancos –muchas veces incluidas en la letra chica de los resúmenes de cuenta- manifestando que comenzarán a cobrar una comisión del 1%, para los depósitos en efectivo. En algún caso, pretendiendo también percibir la misma comisión para los retiros en efectivo.
La Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) denuncia que para muchas actividades, esto implica quedar en una situación muy delicada por la incidencia de este nuevo costo que deben afrontar.
Según informan cuando los depósitos excedan los $ 100.000 diarios (cifra hoy fácilmente alcanzable por cualquier empresa) se percibiría esta comisión, con lo cual con seguridad muchas empresas mayoristas trasladaran este nuevo costo a aquellos clientes que cancelen sus facturas efectuando depósitos por ventanilla en su cuenta, práctica habitual en muchos rubros, y en particular quienes incluso utilizan cuentas recaudadoras.
Algunas de ellas de grandes volúmenes de dinero y escasos márgenes, o que manejan fondos de terceros, como concesionarios, comisionistas, expendedores de combustible, tabacaleras, cobranzas de impuestos y servicios, o hasta pequeños comercios como kioskos donde se manejan principalmente con efectivo se verán afectados.
Son actividades que inexorablemente deben volcar esos pesos en las entidades bancarias, transfiriendo ingresos hacia la actividad bancaria, que contaría con el visto bueno del BCRA, perjudicando a muchas empresas y pone en riesgo el trabajo de mucha gente.
A la suma de otros costos e impuestos, ahora deben enfrentar una comisión que supuestamente se genera por el alto costo operativo que tienen los bancos por manejar dinero.
A la obligación legal de pagar los salarios de manera bancaria, y los impuestos nacionales por VEP, ahora se le debe incluir el costo del depósito del dinero en la cuenta propia para luego realizar estas transferencias. En un país donde se promueven paritarias alrededor del 18% anual, se le agrega ahora el 1% más a la discusión del incremento del costo salarial.
Mientras por un lado se busca disminuir los costos de las comisiones de las tarjetas de crédito, que son muy superiores a otros países, se intenta ahora sin ningún tipo de regulación gravar los depósitos de la moneda nacional. ¿Será esta una moneda de cambio con el sistema financiero?
Es obvio que son costos que finalmente se trasladan a los consumidores en forma directa. Hay un discurso dual: por un lado se pretende bajar los precios “transparentándolos”, y por el otro se permiten este tipo de abusos incrementando los costos transaccionales de los comercios.
¿Será un intento de algunas entidades de “a ver si pasa”? por un grupo cartelizado de bancos. Y un “veremos que pasa” de las entidades como el BCRA.
Deberemos entonces desde nuestras cámaras empresariales elaborar un registro público que identifique cuales son, y cuales no, los bancos que intentan cobrar estas comisiones, esperando además que la banca pública no se sume a estas medidas.
Faltan pocos días para su implementación, esperamos que el estado se expida antes de que comiencen estas nuevas prácticas.