UCIP

09/03/2017

Preocupados por la posible suspensión de servicios al PAMI

Varías ópticas de la ciudad se acercaron a la UCIP con por la preocupación ante los atrasos en los pagos por el PAMI y la desactualización de tarifarios, que provocaría una inminente suspensión del servicio de entrega de lentes recetados a los adultos mayores afiliados al PAMI.

Indicaron que el PAMI abona actualmente $ 244 por anteojo recetado, cifra que debe cubrir no solo los cristales sino también el armazón, el estuche, y el tiempo de atención. Mencionando que este tarifario se mantiene sin modificaciones desde Abril de 2015, cuando actualmente este valor debería rondar los $ 500, ya que cada anteojo entregado a los valores actuales es a los valores del 2015 que continúan vigentes.

A ello se le suma los atrasos que la obra social mantiene con las 35 ópticas que prestan servicios a jubilados y pensionados en nuestra ciudad, donde el PAMI actualmente adeuda 5 meses y ha llegado a demorar los pagos durante este año por 8 meses. Situación que remarcaron los representantes de más de 15 ópticas al vicepresidente de UCIP, Néstor Martín, y al Secretario de la entidad Cdor. Juan Blas Taladrid.

Ante este planteo el Cdor. Taladrid manifestó “muchas veces ante una problemática común los comerciantes tienden a unirse en busca de una solución conjunta, este es el momento propicio para empezar a conformar una cámara empresaria, ya que siente un tema en común que los vincula. Pera luego pensar no solo en los problemas que los unieron  sino en las oportunidades que brinda el trabajo asociativo”. Además agregó “una cámara agrupa a empresarios, en este caso comerciantes y particularmente ópticas, y de ninguna manera puede considerarse que es competencia del colegio profesional que regula la actividad, sino más bien debe considerarse que lo complementa al poder realizar acciones gremiales que exceden a la incumbencia profesional, y que tienen que ver con la propia actividad comercial”.

También durante la reunión se trato el tema de la venta ambulante, debido a la proliferación que se vio en los últimos meses de venta de lentes con aumento y solares, tanto en las playas como en la vía pública.

Este es un tema preocupante para las ópticas, no solo porque los afecta como una competencia desleal, sino por el riesgo a la salud pública, ya que no son anteojos controlados por un profesional, ni aprobados los entes de contralor de la salud pública, y en muchos casos carentes de filtros UV.

“La ley provincial 17732 no se cumple en muchos casos en nuestra ciudad”, remarcaron los presentes.